Biden lanzará un plan para limitar el número de cubanos con acceso a asilo en frontera (video)

Según publica le medio NBC News, el gobierno del presidente Joe Biden está dando los toques finales a un plan que recortaría la cifra de migrantes que califican para solicitar asilo en la frontera sur, y a su vez planea abrir nuevos canales para gestionar un ingreso legal a Estados Unidos desde otros países.

Principalmente los más afectados serán los cubanos, haitianos y nicaragüenses, que son los migrantes que más están entrando a Estados Unidos.

Según fuentes que hablaron con NBC News, dentro de las propuestas se están considerando nuevos programas para que inmigrantes de Haití, Cuba y Nicaragua puedan solicitar un permiso de admisión a EEUU desde sus países, reseña América TeVé.

Los caminos para esos migrantes serían similares a un programa lanzado este otoño que admitió a 24,000 venezolanos que pudieron demostrar que serían patrocinados en los EEUU mientras negaban la entrada a la gran mayoría de los venezolanos que llegan a la frontera.

El Departamento de Seguridad Nacional también está planeando una nueva capacitación para los oficiales de asilo que entrevistan a los inmigrantes que cruzan la frontera, dijeron los tres funcionarios.

Se les indicaría que permitan que los inmigrantes ingresen a los EEUU para obtener protección si califican bajo la Convención Internacional contra la tortura, una barra mucho más alta que la requerida anteriormente para el asilo.

Aquellos que no puedan demostrar que es probable que enfrenten torturas si regresan a sus países de origen tendrían que demostrar que primero buscaron y se les negó asilo en un país por el que pasaron en su camino a la frontera de EEUU, dicen cuatro fuentes familiarizadas con la planificación.

Ese modelo, que The New York Times informó por primera vez que estaba considerando, se denomina comúnmente «prohibición de tránsito» y fue puesto en práctica por primera vez en 2019 por el asesor de inmigración de línea dura del expresidente Donald Trump, Stephen Miller .

Cuando se le preguntó sobre el informe del Times durante una entrevista con NBC News el lunes, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, no negó que se estuviera considerando una llamada prohibición de tránsito.

“Tendría que ver qué es lo que se propone específicamente para entender qué es lo que brinda, qué es lo que no brinda. Permítanme decir esto, creo profundamente, al igual que esta administración, en nuestro sistema de asilo. Es una de nuestras joyas de la corona y continuaremos defendiéndola”, dijo Mayorkas.

Un portavoz del DHS dijo que aún no se ha decidido nada y que la Casa Blanca no respondió a las solicitudes de comentarios.

La administración celebró al menos seis reuniones sobre el tema durante el fin de semana, tanto a nivel del DHS como de la Casa Blanca, según dos funcionarios estadounidenses.

El efecto neto del plan bajo consideración sería una reducción drástica en la cantidad de migrantes a los que se les permite permanecer en los EE. UU. mientras solicitan asilo, y un aumento en la cantidad que regresan a México o son deportados a sus países de origen.

Es posible que aún se modifiquen los detalles del plan, pero la administración de Biden enfrenta una fecha límite impuesta por la corte el 21 de diciembre para levantar las restricciones de Covid-19 en la frontera.

Desde que comenzaron esas restricciones conocidas como Título 42 en marzo de 2020, los solicitantes de asilo han sido devueltos a México más de 2.4 millones de veces. Cuando se levante la prohibición, los funcionarios le dijeron a NBC News que la cantidad de migrantes que cruzan la frontera podría aumentar hasta en 2500 por día.

Tres funcionarios estadounidenses familiarizados con la planificación dijeron que Estados Unidos está en conversaciones con México sobre cuántos inmigrantes se le permitirá enviar de regreso a México a través de la frontera, incluso después de que se levante el Título 42.

Algunos grupos de defensa del asilo y funcionarios anteriores y actuales de la administración de Biden se han mostrado en desacuerdo con los planes, diciendo que van demasiado lejos al cortar las vías de asilo y no hacen lo suficiente para recibir de manera segura a los solicitantes de asilo calificados a través de un sistema de procesamiento ordenado.