Actor cubano Alejandro Cuervo despide a su sobrino que emigró a EEUU: «Se me va» (video)

El actor Alejandro Cuervo se despidió de su sobrino en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana antes de la partida del niño hacia Estados Unidos, donde residirá con sus padres, reseña CiberCuba.

“Se me va”, repitió el actor cubano en un emotivo video publicado en su perfil de Instagram, donde reconoció que es el día «más esperado y más feliz» en la vida de Fabio, su sobrino, a quien llama cariñosamente «el pututi».

«Feliz para mí porque va a reunirse con su familia, pero triste también porque voy a dejar de verlo por buen tiempo», afirmó Cuervo en un video del momento de la despedida, cuando el niño se aleja y entra al aeropuerto.

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«Fabio está a más de 90 millas de Cuba con sus padres reunidos, sabes lo mucho que te quieren, y siempre te extrañaremos», escribió en la descripción de la publicación, en la que insertó otros videos que dejan constancia de divertidos momentos que pasó el actor con su sobrino y otros miembros de la familia.

En sus muestras de cariño hacia Fabio, Cuervo le deseó «toda la suerte del mundo» en su nueva vida y expresó su deseo de que pronto regrese a Cuba a conocer al nuevo integrante de la familia que está por llegar, su bebé Bastian.

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La migración cubana hacia Estados Unidos desde hace años es una de las más recurrentes por los nacionales de la Isla, tanto de manera legal, como es el caso del sobrino de Cuervo, como por la vía ilegal, a través del mar o por tierra.

Los números de la actual crisis migratoria que atraviesa Cuba siguen en aumento: desde el 1 de octubre de 2021 hasta el mes de agosto de 2022 llegaron 197.870 cubanos a EEUU, según las cifras actualizadas por la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de ese país.

La cantidad de cubanos que ha entrado a la nación norteña hasta el momento ya supera la suma de los 125.000 que lo hicieron en siete meses durante el llamado éxodo del Mariel, un proceso también amparado por el castrismo, y los aproximadamente 30.000 de la denominada «Crisis de los balseros» de 1994.